En el panel encontramos la definición de términos como heterosexual, homosexual, transexual y cisgénero (cisexual en el panel), para aclarar ideas.
Es el panel un conjunto de frases, afirmaciones y opiniones muy interesantes, como por ejemplo la que encontramos en la esquina inferior de la foto "Ser homosexual y transexual no es malo, no aceptarlo sí", junto con un bonito dibujo.
Ha tenido también tiempo el alumnado de buscar noticias relacionadas con la homofobia y la transfobia y reflexionarlas, como por ejemplo, las tristes historias de Thalía, Ekai o noticias sobre diferentes agresiones homófobas en Chueca y Sitges.
Incluso se ha dispuesto un rincón para recordar a lxs adolescentes trans que se han quitado la vida por el rechazo, la incomprensión y la presión social de verse diferentes. La última, Thalia, hace sólo dos semanas (el 3 de mayo).
El panel es un bonito panel lleno de reflexiones que nos hace ver la necesidad de ver a las personas por encima de su orientación sexual o identidad de género (en este caso) pero también por encima de su raza, religión, lugar de origen o ideas.
El amor no es cuestión de género, y bien merece la pena acercarse a este corazón de bonitos deseos de igualdad y respeto a todas las opciones.
El panel también tiene información importante como esta: Ser homosexual aún es delito en 72 países y en 8 se castiga con la pena de muerte
Agradecer a las clases de 5º y a sus tutores la realización de un precioso y colorido panel de igualdad que nos recuerda la importancia de ser respetadas como personas independientemente de nuestra orientación sexual e identidad de género.
En el mundo hay 72 países que criminalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo e incluso ser gay o lesbiana puede costar la vida en 8 de ellos.
Según el último informe "Homofobia de Estado", de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales (ILGA, por sus siglas en inglés), la protección y el reconocimiento a los homosexuales está presente en los países del norte de América y algunos del Sur, Australia y la mayor parte de Europa.
En cambio, la criminalización a estos colectivos se extiende por buena parte de Europa del Este, todo Asia, África -a excepción de Suráfrica, Seychelles y Cabo Verde-, y parte de Centroamérica y América del Sur.
En total, los actos sexuales entre personas adultas del mismo sexo en privado son legales -bien porque han sido despenalizados o porque nunca fueron criminalizados- en 124 estados (122 miembros de las Naciones Unidas, más Taiwán y Kosovo), en tanto que se consideran delito en 72.
En muchos lugares, además, los homosexuales, aunque no son perseguidos por la ley, si son objeto de rechazo social, discriminación e incluso acoso.
Entre los países que reconocen los derechos de los homosexuales solo nueve contemplan específicamente la no discriminación por razones de orientación sexual en sus constituciones y únicamente tres -Brasil, Ecuador y Malta- prohíben las denominadas terapias de conversión, tratamientos que pretenden "reconducir" la orientación sexual.
En realidad, la mayor parte de los países del mundo no tienen una normativa que proteja los derechos de los homosexuales, aunque en los últimos años se han registrado avances significativos.
Existen, por ejemplo, 72 países que han aprobado leyes para garantizar la no discriminación en entornos de trabajo y 43 que cuentan con leyes contra los delitos de odio.
Las parejas del mismo sexo pueden contraer hoy matrimonio en 22 estados y hay otros 28 que admiten las uniones civiles, sin denominarlas matrimonio, pero con derechos similares.
Además, 26 estados tienen leyes de adopción conjunta -Austria, Finlandia y algunos territorios de Australia han incorporado estos derechos a su legislación en el último año-; y otros 27 permiten adoptar cuando el hijo lo es de uno de los miembros de la pareja.
Por contra, en el otro extremo, se sitúan un importante número de países en los que los homosexuales se ven obligados a ocultar su orientación sexual, ven diezmados sus derechos, son encarcelados o incluso, pueden ser condenados a muerte.
La ILGA contabiliza 22 estados que tienen leyes que impiden la promoción o expresión pública de realidades sobre relaciones entre personas del mismo sexo; y 25 que impiden o ponen barreras a la creación de organizaciones defensoras de los derechos gais en sus territorios.
Todavía hay 72 países -un tercio de los que integran la ONU- que criminalizan la actividad sexual entre personas del mismo sexo (en 45 de ellos la ley se aplica tanto a mujeres como a hombres).
La pena de muerte para las relaciones homosexuales está vigente en ocho estados: Irán, Arabia Saudi, Yemen y Sudán la aplican en todo el territorio; Somalia y Nigeria, en algunas provincias; y la organización terrorista Estado Islámico castiga con la muerte a esas minorías sexuales en los territorios que controla en el norte de Siria y el noroeste de Irak.
En otros cinco países -Pakistán, Afganistán, Emiratos Árabes Unidos, Catar y Mauritania- la pena de muerte está técnicamente permitida por una interpretación de la ley islámica (Sharia), aunque no se aplica.
En otros lugares como Uganda, Zambia, Tanzania, India, Barbados o Guyana las relaciones homosexuales se castigan con penas que van desde los 14 años de prisión hasta la cadena perpetua. Y en países del norte de África como Libia, Argelia o Marruecos, las leyes contemplan penas de entre tres y siete años de prisión.
Con la expansión del Estado Islámico, además, han proliferado las leyes de moralidad o propaganda, que tienen una base religiosa y existen ya en, al menos, 19 estados.
El informe de la ILGA menciona también las informaciones, publicadas en abril de este año, sobre la persecución y asesinato de homosexuales en la república rusa de Chechenia, de mayoría musulmana.
Por lo que respecta a España, figura entre los países más avanzados del mundo en cuanto al reconocimiento y la protección de los derechos de los homosexuales, aunque ha retrocedido hasta el noveno puesto en el último ránking europeo sobre la situación de los derechos del colectivo de lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales (LGTBI), situándose por detrás de Malta, Noruega, Reino Unido, Bélgica, Francia, Dinamarca, Finlandia y Portugal.
España permite los matrimonios y adopciones por parte de parejas del mismo sexo, y aplica leyes contra los delitos de odio o de discriminación en el trabajo; aunque no está entre los que han prohibido las "terapias de conversión" para homosexuales.