Por la mañana se realizaron diferentes “actividades
terroríficas” en todas las clases, en las que también participaron algunas
madres del alumnado.
Por la tarde siguió la fiesta en el patio del colegio, en la que se degustó un riquísimo cuscús acompañado de té preparados en la cocina del comedor.
Fue un día muy especial en el que todo el alumnado lo pasó
muy bien.