Una vez más, como cada 25 de noviembre, la comunidad
educativa del Gómez Moreno, alumnado, docentes y familias, nos hemos reunido para
rechazar la violencia hacia las niñas y las mujeres, así como cualquier tipo de
violencia. La violencia de género es la violencia más común, extendida, y
normalizada en nuestra sociedad, y nos afecta a todas las personas de una
manera u otra.
En nuestro centro trabajamos día a día para eliminar este
tipo de violencia, a través de la igualdad de género real y efectiva,
eliminando cualquier prejuicio o barrera para que nuestro alumnado se
desarrolle plenamente según sus capacidades y preferencias, libres de mandato
de género. Todas las niñas y mujeres tienen derecho a una vida en libertad y
sin miedo, en cualquier lugar del mundo. Una vida libre de prejuicios y
presiones sociales en donde cada niña o mujer pueda ser ella misma y elegir su
propio camino.
Desgraciadamente la violencia hacia las mujeres no sólo no
cesa, sino que parece repuntar en un momento social y político difícil y
convulso. Es por ello que necesitamos más que nunca la coeducación en las aulas
y la prevención de este tipo de violencias en los centros. Es nuestra
responsabilidad educar en la igualdad, hacer de nuestras niñas chicas
independientes y seguras de sí mismas, que puedan rechazar relaciones tóxicas y
dependientes, y de nuestros niños chicos sensibilizados y conscientes de su
papel activo en la eliminación de las violencias machistas. Está en nuestra
mano, la de docentes y familias, que nuestros chicos y chicas sean adolescentes
que establezcan relaciones sentimentales sanas e igualitarias, evitando los
estereotipos y patrones sexistas impuestos por la sociedad, publicidad y medios
de comunicación.
La comunidad educativa que nos reunimos hoy, niñas, niños,
docentes y familias, para exigir que se respeten los derechos de las mujeres y
las niñas, comprometernos a luchar por romper estos estereotipos, prejuicios e injusticias
cotidianas. Queremos que todas las personas del centro, la gran familia del
Gómez, nos relacionemos con respeto y cariño, utilizando la cooperación y el
diálogo para abordar los conflictos. Queremos hacer de los buenos tratos la
marca personal de este colegio, a través de los cuales nos relacionemos todas
las personas que nos encontramos todos los días en este lugar.
Hoy, 25 de noviembre, con estas gotas de agua llenas de
mensajes y reflexiones contra la violencia, queremos generar una tormenta de
buenos tratos, de cariño, de empatía, de unidad, de tolerancia cero con las
actitudes sexistas. Nos mojamos contra la violencia machista rechazándola
contundentemente y nos sumergimos en un baño de cuidados y buenos tratos. Vamos
a provocar un torrente de mensajes contra la violencia de género y cualquier
tipo de violencia, y así llevar estos mensajes escritos a la inmensidad del mar,
para que la naturaleza haga su tarea, y, siguiendo el ciclo del agua, estas
gotas de agua lleguen hasta el cielo y caigan sobre todas las personas, calando
su mensaje en lo más dentro de cada uno. Es por eso que, con estas gotas de
esperanza por una realidad más justa, gritamos ¡No a la violencia de género!